Abstract
El artículo analiza el Código de Ética publicado por el Consejo Directivo del Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales (CEAS) de México en 2014. Se identifican las dificultades para su implementación frente a la realidad mexicana, el mercado de trabajo globalizado, las características de la práctica profesional de la antropología mexicana en el siglo XXI y la creciente integración de México a Estados Unidos. Se argumentan las imposibilidades de una ética que prescribe comportamientos relegados a decisiones individuales ideales y normativas frente a las condiciones políticas, sociales y laborales en las que se practica la profesión en México.