Abstract
La investigación toponomástica de nuestro inmediato entorno nos pone frente a una inmensa riqueza de nombres que traducen facetas naturales del mundo biológico y facetas culturales referidas a los grupos humanos asentados en el lugar. El reino vegetal, el reino animal y las características fisiográficas por un lado; por el otro, el sustrato indígena proveniente de la extinguida Provincia de Misiones, al que se incorporan después los españoles, criollos e inmigrantes Europeos: todo configura un mundo en tiempo y espacio que es necesario investigar para conocer el bautismo de un lugar o una entidad humana.