Abstract
Las categorías genéricas: mujer, hombre, permiten dar cuenta de un universalismo que no siempre tiene presente las diferencias históricas de grupos, clases etnias, dando lugar a una neutralidad valorativa que desconoce las prácticas sociales diferentes para hombres y mujeres, por ser diferentes las asignaciones e interpelaciones que la sociedad le formula "resultado de relaciones basadas en distribuciones asimétricas de poder".