Abstract
El abordaje de un proyecto literario como el de Alejandra Pizarnik induce a primerísima instancia a internarse en consideraciones de tipo sicoanalítico, que relacionan características o momentos de su obra con su particular biografía (en Alejandra Pizarnik, Bs. As., Planeta, 1991, Cristina Piña lo hace exhaustivamente). O, desde otra perspectiva, a recurrir a una lectura estilística que intente descubrir al autor detrás de los textos, fijándolos en una amalgama que define tan bien la frase "El estilo es el hombre".