Abstract
En los ámbitos de decisión política no se advierten señales para recaudar una meta tan ambiciosa como es la de SPT. Ni tampoco una revisión crítica de los compromisos asumidos, a partir de una visión realista de los procesos político- económicos que han instalado una nueva lógica de funcionamiento en los países de la región. La fuerza moral que supone suscribir el "derecho a la salud" probablemente siempre se imponga a los hechos de la realidad, pero en tanto no guarde relación con éstos continuará siendo un acto meramente declarativo.