Abstract
El ácido láctico (AL) es de amplio uso en la industria alimenticia, química, cosmética y farmacéutica. Alrededor del 90% del AL disponible en el mercado se produce mediante fermentación empleando bacterias ácido lácticas (BAL) y aproximadamente un 40% del costo global del proceso deriva del costo de la materia prima seleccionada (glucosa, sacarosa, jarabe de maíz y
otros azúcares simples). En este sentido, resulta de gran interés la identificación de fuentes alternativas y económicas para su producción.
Los efluentes industriales de bebidas gaseosas generados por “operaciones de descarte” representan una opción muy atractiva debido a su alta disponibilidad y bajo costo, además, son una alternativa novedosa para el tratamiento convencional de los mismos previo a su descarga en el medioambiente.