Abstract
El uso eficiente de la energía eléctrica es un imperativo ambiental y una exigencia competitiva para el sector turístico en general y para la industria hotelera en particular. El creciente consumo energético propio de la necesidad de satisfacer la demanda de confort, sitúa a la energía como un insumo clave que impacta de manera directa en la satisfacción de los clientes, los costos de explotación del negocio, la rentabilidad de la empresa y el medio ambiente. De tal manera, el debate acerca del uso eficiente de la energía no sólo es oportuno sino relevante.