Abstract
En este trabajo me ocupo de describir y analizar las principales acciones llevadas a cabo por una organización ambientalista a fin de resistir la implantación de una megarrepresa de aprovechamiento hidroeléctrico. Estos hechos, localizados en la provincia de Entre Ríos durante los años 1996 y 1997, señalan un momento en que el ambientalismo no gubernamental de la región alcanzó una inusitada repercusión en lo que a reconocimiento, masividad y grado de influencia en las decisiones políticas se refiere. Pretendo realizar una crónica de esta experiencia de movilización política orientada por un actor que hasta entonces
había tenido un papel signado por cierta subalternidad en la escena regional, y un análisis de aquellos factores que confluyeron para que adquiriera fuerza pública y lograra acceder a los objetivos de su movilización.
Analizar el rol jugado por una organización ambientalista en la oposición a una hidroeléctrica proyectada sobre un río de llanura remite a considerar algunas tendencias de creciente presencia en la contemporaneidad. En efecto, las últimas décadas han sido prolíficas en la emergencia de diversos movimientos de oposición a grandes represas y han sido
protagonistas de una diseminación ecuménica del movimiento ambientalista. Ambos procesos, además de simultáneos, han sido convergentes. Por un lado, ha sido desde el ambientalismo que se ha contribuido a galvanizar una corriente de opinión de general
cuestionamiento a estas obras y a fortalecer los procesos destinados a resistirlas. Por el otro, la participación en los mismos ha oficiado de vehículo mediante el cual el movimiento ambientalista ha logrado conquistar espacios de actuación política y reconocimiento social.