Capturas en el aislamiento : imágenes de la cuarentena en Posadas

Abstract

La ciudad de Posadas, capital de la provincia de Misiones, adhirió a las medidas de sanidad y seguridad establecidas por el Estado Nacional Argentino desde el mes de marzo. A lo largo de varios meses de cuarentena, las actividades comerciales y administrativas de la localidad se fueron abriendo paulatinamente. Sin embargo, la población posadeña vivió la transición de una libre circulación al establecimiento del aislamiento social preventivo y obligatorio, medida que rompió con la rutina habitual de trabajos, salidas, visitas y paseos, en un lugar caracterizado por el entorno natural y las fronteras internacionales circundantes con intenso flujo. A través de su lente, Federico David Gross retrató todo ese proceso. Aquí compartimos su registro de la etapa inicial de este momento histórico en la localidad misionera, con cierre de comercios y espacios públicos, despliegues del sector sanitario, operativos de las fuerzas de seguridad y confinamiento domiciliario. Las imágenes compartidas por el autor en esta edición de En Foco documentan el impacto de dicho momento en puntos estratégicos de la jurisdicción posadeña, desde el centro urbano, pasando por la terminal de micros de media y larga distancia, el límite fronterizo de la aduana que da acceso al puente San Roque González de Santa Cruz y llegando al espacio privado de quienes hicieron su aporte ante esta situación única. Frente un escenario de rostros tapados, protegidos, conteniendo posibles contagios, se observaron miedos, dudas e incertidumbre ante un enemigo invisible y una crisis económica palpable, pero también se pudieron ver las caras de la solidaridad, en la confección voluntaria de tapabocas en la impresión de máscaras faciales, en la ayuda a los comedores y merenderos barriales. La ciudad, que viene siendo foco del virus del dengue desde hace varios años, se vio silenciada y apagada por un tiempo significativo, entre carteles, candados y controles. El murmullo constante del tránsito (con actividades matutinas que comienzan desde muy temprano) fue opacado por un largo silencio, que puede ser captado en estas tomas en blanco y negro. Cuando lo invitamos a participar de este número, el autor de las imágenes se mostró entusiasmado y nos contó su experiencia de salir a las calles vacías: “Uno hace fotografía con un compromiso social y un poco este trabajo quiero que sirva para que la gente pueda ser partícipe de esto que pasó y que durante mucho tiempo no pudo ver”, nos relató en un audio durante nuestro primer contacto. Este álbum ofrece una secuencia narrativa, como la que habrá vivido cada ciudad, pueblo o estancia del planeta, en diferido o en sincronía con la urbe retratada, pero sin lugar a dudas, movilizada y transformada en su cotidianeidad para siempre.